Ya os habíamos comentado que la temática giraba en torno a los viajes vintage, así que en esa línea montamos una mesa que cumplía una doble función, mesa de dulces y regalitos... bailarinas de lentejuelas para lucir como nadie durante el baile. ¡A ponerse cómodo!
Por falta de tiempo, solo pudimos sacar fotos de la candy bar, ya que el montaje de las bailarinas lo llevamos a cabo al acabar la cena para favorecer un reparto más ordenado.
Os dejamos una muestra...
Siguiendo la temática, montamos un photocall viajero con el que los invitados disfrutaron un montón. El funcionamiento era sencillo: escoger un destino, disfrazarse y posar para inmortalizar el momento. Una polaroid se encargaba de obtener una imagen instantánea que los protagonistas podían pegar en el libro de firmas al lado de su mensaje personalizado. ¡Fue genial!
Además, otra cámara se encargaba de recadar imágenes para un montaje que tendremos muy prontito.
¿Pondríais un photocall en vuestra boda?
Que bonito os quedó todo, tenéis un gusto maravilloso.
ResponderEliminar¡Besos!
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